La tortícolis suele caracterizarse por dolor y dificultad para mover el cuello, especialmente al intentar girar la cabeza hacia un lado. También puede ir acompañada de dolor de cabeza, dolor de cuello, dolor de hombros o dolor de brazos. Cuando una persona tiene tortícolis, es posible que tenga que girar todo el cuerpo, en lugar de solo cuello, para mirar hacia un lado o por encima del hombro.

La mayoría de las personas están familiarizadas con el dolor y las molestias de la tortícolis, tanto si aparece al despertarse una mañana como si se desarrolla más avanzado el día después de alguna actividad extenuante, como mover muebles. En la mayoría de los casos, el dolor y la rigidez desaparecen de forma natural en una semana. Sin embargo, la forma en que una persona trata y cuida los síntomas de la tortícolis puede afectar a los niveles de dolor, el tiempo de recuperación y la probabilidad de que reaparezca.

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Causas comunes de la tortícolis

La causa más frecuente de tortícolis es, sin duda, una distensión muscular o un desgarro de los tejidos blandos. En particular, el músculo elevador de la escápula es susceptible de sufrir lesiones. Situado en la parte posterior y lateral del cuello, el músculo elevador de la escápula conecta la columna cervical del cuello con el hombro. Este músculo está controlado por el tercer y cuarto nervios cervicales (C3, C4).

El músculo elevador de la escápula puede sufrir tensiones en el transcurso de muchas actividades cotidianas y comunes, como las siguientes:

  • Dormir con el cuello en una posición incómoda
  • Caerse o sufrir un impacto repentino que empuje la cabeza hacia un lado, como en una lesión deportiva
  • Girar la cabeza de lado a lado repetidamente durante una actividad, como la brazada de crol frontal en la natación
  • Encorvarse con una mala postura mientras se ve el monitor de la computadora o se mira hacia abajo un celular durante periodos prolongados (lo que a veces se conoce como cuello de texto)
  • Experimentar estrés o ansiedad excesivos, que pueden provocar tensión en el cuello
  • Mantener el cuello en una posición anormal durante mucho tiempo, como al sostener el teléfono entre el cuello y el hombro

La causa de la tortícolis puede ser obvia si los síntomas aparecen de inmediato, por ejemplo, después de una caída durante una competición deportiva. Sin embargo, si la tortícolis aparece de la nada, puede resultar difícil determinar la causa exacta.

Causas poco frecuentes de la tortícolis

A veces, la tortícolis es una reacción a un trastorno subyacente de la columna cervical, que ayuda a sostener y mover el cuello, además de proteger la médula espinal. Estos son algunos ejemplos de trastornos de la columna cervical que pueden provocar espasmos o tensión dolorosa de los músculos del cuello:

  • Hernia discal cervical. La parte exterior protectora de un disco de la columna cervical se rompe y la parte interior sobresale. Esto hace que los tejidos cercanos se compriman y se inflamen.
  • Enfermedad degenerativa del disco en las cervicales. A medida que los discos pierden hidratación y altura con el tiempo, aumenta la presión sobre las articulaciones cercanas, los nervios y los tejidos blandos, como los ligamentos y los músculos. Este proceso puede provocar dolor en el cuello y tortícolis.
  • Artrosis cervical. La rotura artrósica de las articulaciones facetarias cervicales entre los huesos vertebrales suele producirse junto con otras afecciones degenerativas, como la estenosis espinal, y los cambios anatómicos, como los espolones óseos.

Esta no es una lista completa de las afecciones que pueden causar tortícolis. Aunque son poco frecuentes, existen otras posibilidades, como una infección o un tumor.

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Síntomas de la tortícolis

La tortícolis puede variar en intensidad, desde una incomodidad o una molestia hasta un dolor extremo, agudo y limitante. Por lo general, al intentar girar el cuello hacia un lado o una dirección determinados, el dolor de la tortícolis termina siendo tan intenso que hay que detener el movimiento.

La magnitud de reducción del movimiento del cuello puede afectar a los niveles de actividad de la persona. Por ejemplo, si no puede girar mucho la cabeza en una dirección sin sentir un dolor insoportable, es probable que deba evitar conducir hasta que mejoren los síntomas. 1 Neck pain and stiff neck. Sitio web del Servicio Nacional de Salud. http://www.nhs.uk/Conditions/Neck-pain/Pages/Introduction.aspx Actualizado el 19 de diciembre de 2016. Consultado el 13 de febrero de 2017.

Qué hacer y qué no hacer en caso de tortícolis

A menudo, basta con tomarse uno o dos días con calma para que los tejidos blandos del cuello tengan la oportunidad de recuperarse. En los casos en que el dolor es intenso, la persona puede tomar un analgésico de venta libre o aplicar hielo o terapia de calor.

Si tiene tortícolis, no es recomendable que lleve un collarín cervical para inmovilizar el cuello. Por el contrario, una persona con tortícolis debe intentar mantener niveles normales de actividad si es posible, especialmente después del primer o segundo día.

Cuándo acudir al médico por una tortícolis

Si la tortícolis no muestra mejoría al cabo de una semana, debe ser examinada por un médico. Además, independientemente del tiempo que haya durado, una tortícolis acompañada de cualquier síntoma de alerta, como fiebre, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, o somnolencia sin motivo, debe ser examinada de inmediato por un profesional médico.

Dr. Richard Staehler is a physiatrist at the NeuroSpine Center of Wisconsin. He has more than 20 years of experience providing non-surgical treatment for spine pain.

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