Los procesos de diagnóstico tanto para la enfermedad degenerativa del disco como para la hernia discal incluyen una serie de métodos que confirman que el disco es la fuente del dolor, así como la mecánica y la anatomía que subyacen al dolor.

Revisión de la historia clínica y de los síntomas específicos

El proceso de diagnóstico suele comenzar con la recopilación de la historia clínica y la revisión de los síntomas actuales. Una revisión completa de los síntomas incluye lo siguiente:

  • La localización del dolor, indicando si se limita al cuello o la espalda, o si incluye dolor en brazos o piernas
  • Una descripción de cómo se siente el dolor (abrasador, agudo, punzante, o bien sordo o doloroso)
  • Si determinadas actividades, posturas o tratamientos mejoran o empeoran el dolor

Ver Síntomas comunes de la enfermedad degenerativa del disco

La recopilación de antecedentes médicos completos puede descartar o identificar otras posibles afecciones que puedan causar dolor. Una historia clínica puede incluir información sobre problemas de salud recurrentes, diagnósticos previos y tratamientos anteriores y su eficacia. También se suele recopilar información sobre los hábitos de sueño, dieta y ejercicio.

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Examen físico

Un examen físico para diagnosticar dolor discal puede incluir una o más de las siguientes pruebas:

  • Palpación. Palpar (sentir con la mano) determinadas estructuras puede ayudar a identificar el origen del dolor. Por ejemplo, el empeoramiento del dolor al aplicar presión a la columna vertebral puede indicar sensibilidad causada por un disco dañado.
  • Pruebas de movimiento. Las pruebas que evalúan la amplitud de movimiento de la columna vertebral pueden incluir flexionar el cuello o el torso hacia delante, hacia atrás o hacia un lado. Además, si el dolor de piernas empeora al levantar una pierna por delante del cuerpo, esto puede indicar una hernia discal lumbar (prueba de elevación de la pierna recta).
  • Fuerza muscular. Se puede realizar un examen neurológico para evaluar la fuerza muscular y determinar si una raíz nerviosa está comprimida por una hernia discal. Una prueba de fuerza muscular puede incluir sostener los brazos o las piernas hacia un lado o hacia el frente del cuerpo para comprobar si hay temblores, atrofia muscular u otros movimientos anormales.
  • Prueba de reflejos. La irritación de la raíz nerviosa puede amortiguar los reflejos en los brazos o las piernas. Una prueba de reflejos consiste en golpear zonas específicas con un martillo de reflejos. Si hay poca o ninguna reacción, puede indicar una raíz nerviosa comprimida en la columna vertebral.

Algunas pruebas de exploración física pueden utilizarse para descartar o confirmar un diagnóstico que coincida con los síntomas descritos en la historia clínica.

Pruebas diagnósticas

    Se puede solicitar una prueba diagnóstica para confirmar el problema discal o para obtener información adicional, como la localización de una hernia discal y de las raíces nerviosas afectadas. Estas son algunas pruebas diagnósticas que puede realizarse:

    • Tomografía computarizada/mielograma. La tomografía computarizada (TC) consiste en tomar una radiografía del cuerpo con una computadora que reformatea la imagen en secciones transversales de la columna vertebral. A veces, durante una tomografía computarizada, se realiza un mielograma. El proceso consiste en inyectar un tinte radiográfico en el área para proporcionar más detalles sobre las estructuras espinales.
    • Resonancia magnética. Las imágenes por resonancia magnética (IRM) proporcionan una evaluación sensible y precisa de los nervios y la anatomía de la columna vertebral, incluida la alineación, la altura, la hidratación y la configuración de los discos.
    • Discograma. Si se está considerando un tratamiento quirúrgico, puede recomendarse un discograma para confirmar qué disco es el que duele. En esta prueba, se inyecta un tinte radiográfico en el disco para recrear el dolor discal debido a la presión adicional del tinte.
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    Es importante notar que los resultados de una resonancia magnética o otra forma de prueba diagnóstica no son una diagnosis propia. Los resultados de un examen físico y un repaso de los síntomas tienen que igualar los de la resonancia magnética o otros resultados de pruebas para identificar precisamente la causa del dolor.

    Solo así se puede recomendar un plan de tratamiento efectivo, sea tratar un nervio comprimido de una hernia discal, dolor de disco causado por la enfermedad degenerativa del disco, sea otra afección.

    Dr. Colin Haines is an orthopedic surgeon at Virginia Spine Institute, where he specializes in degenerative spine conditions and spinal deformities. Dr. Haines is also the Institute’s Director of Research, and he facilitates studies and trials to advance spinal treatments.

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