El tratamiento del segmento móvil de la columna vertebral L4-L5 suele comenzar con métodos no quirúrgicos. En los casos en que los síntomas de la espalda o las piernas no mejoran con los tratamientos no quirúrgicos, o en caso de determinadas urgencias médicas, puede considerarse la cirugía.

Tratamientos no quirúrgicos para el segmento L4-L5

Estos son algunos tratamientos no quirúrgicos para el segmento de movimiento L4-L5:

  • Medicación. Se utilizan tanto medicamentos recetados como aquellos de venta libre para ayudar a aliviar el dolor del segmento L4-L5. Por lo general, primero se suelen probar con antiinflamatorios no esteroideos (AINE). En caso de dolor más intenso, pueden utilizarse opiáceos, tramadol o corticosteroides.
  • Fisioterapia. El ejercicio y la fisioterapia pueden modificarse para tratar específicamente el dolor derivado del segmento L4-L5 y la zona lumbar. Estas terapias ayudan a estabilizar la espalda y mantener los músculos y las articulaciones bien acondicionados, lo que proporciona un alivio a largo plazo.
  • Manipulación quiropráctica. El ajuste quiropráctico de la columna lumbar puede ayudar a aliviar el dolor derivado del segmento de movimiento L4-L5.
  • Cuidados personales. Para favorecer la curación o evitar que una lesión del segmento L4-L5 empeore, se recomienda evitar lo siguiente:
    • Flexiones repetidas de la columna vertebral
    • Movimientos bruscos y repentinos, como saltar
    • Ejercicios de alta intensidad y levantamiento de pesos pesados
    Es importante adoptar una postura correcta al ponerse de pie, sentarse, caminar, tumbarse y levantar objetos del suelo para mantener una curvatura normal de la columna vertebral y minimizar las tensiones sobre esta.

Además, hacer actividad física, seguir una rutina de ejercicios, dejar de fumar y bajar de peso en personas con sobrepeso puede ayudar a reducir el riesgo de problemas derivados del segmento L4-L5.

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Tratamientos con inyecciones para el segmento L4-L5

Diferentes tipos de tratamientos con inyecciones pueden ayudar a reducir la inflamación o impedir que los impulsos de dolor del segmento L4-L5 lleguen al cerebro.

  • Inyecciones epidurales lumbares de esteroides. Inyectar esteroides directamente en el espacio epidural espinal pueden ayudar a disminuir la inflamación y reducir la sensibilidad de las fibras nerviosas al dolor, generando menos señales de dolor. Estas inyecciones son más eficaces para tratar las causas inflamatorias del dolor, como el dolor provocado por fragmentos de hernia discal. Suelen ser menos eficaces para las causas compresivas del dolor.
  • Ablación por radiofrecuencia. La ablación por radiofrecuencia puede utilizarse para tratar el dolor derivado de las articulaciones facetarias vertebrales L4-L5. Una parte del nervio que transmite el dolor se calienta con una aguja de radiofrecuencia para crear una lesión por calor. Esta lesión resultante evita que el nervio envíe señales de dolor al cerebro.

Cuando se realizan tratamientos de inyección, se suele utilizar la guía fluoroscópica (rayos X) con un medio de contraste radiopaco para la correcta colocación de la aguja. La guía fluoroscópica ayuda a mejorar la precisión del diagnóstico y disminuye los riesgos del procedimiento. Las inyecciones también pueden utilizarse con fines diagnósticos como bloqueo nervioso selectivo para confirmar que la raíz nerviosa sea la causa del dolor de piernas. Suele ser una opción útil antes de la cirugía.

Los tratamientos con inyecciones suelen considerarse después de probar métodos no quirúrgicos durante varias semanas sin alivio del dolor. Estas inyecciones pueden conllevar un pequeño riesgo de hemorragia o lesión nerviosa en la región lumbar.

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Tratamientos quirúrgicos para el segmento L4-L5

Cuando los déficits neurológicos, como el entumecimiento o la debilidad, siguen empeorando a pesar de varias semanas de tratamientos no quirúrgicos, puede recomendarse la cirugía. Para que el resultado quirúrgico sea satisfactorio, debe existir una afección estructural que se sepa que responde al tratamiento quirúrgico. La cirugía también puede aconsejarse en casos de tumores o infecciones.

Las cirugías de la columna lumbar para aliviar la compresión de una raíz nerviosa o la cauda equina suelen realizarse mediante técnicas mínimamente invasivas como las siguientes:

  • Microdiscectomía. En esta intervención quirúrgica, se extrae una pequeña parte del material discal cercano a la raíz nerviosa. También puede recortarse una porción del hueso adyacente a la raíz nerviosa para aliviar la compresión.
  • Laminectomía. Se extirpa una parte o la totalidad de la lámina (zona de hueso situada en la parte posterior de la vértebra) para dejar más espacio a la cola de caballo.
  • Foraminotomía. La abertura para la raíz nerviosa espinal (“foramen intervertebral”) se amplía recortando el sobrecrecimiento óseo, lo que alivia la compresión.
  • Facetectomía. La compresión de la raíz nerviosa se alivia recortando o extirpando una parte de las articulaciones facetarias.
  • Sustitución del disco lumbar artificial. Esta cirugía no es muy frecuente e incluye una sustitución completa del disco intervertebral para aliviar la compresión de la raíz nerviosa y sustituirlo por un implante artificial.
  • Fusión de L4-L5. Según la extensión de la cirugía y de la cantidad de hueso extraído, el segmento quirúrgico puede fusionarse con el segmento de movimiento adyacente para proporcionar estabilidad.
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Los cirujanos pueden realizar más de un procedimiento a la vez. Por ejemplo, un procedimiento de laminectomía puede realizarse junto con una foraminotomía en una cirugía denominada “laminoforaminotomía”.

Como en cualquier intervención quirúrgica, siempre existe un pequeño riesgo de complicaciones graves, como infección, lesión nerviosa, sangrado excesivo o reacción alérgica grave. Antes de decidir someterse a una cirugía, es importante que analice los riesgos, las alternativas a la cirugía, así como las posibles complicaciones si no se realiza la cirugía.

Dr. David DeWitt is an orthopedic surgeon practicing at the NeuroSpine Center of Wisconsin, where he specializes in spine surgery. He has more than 15 years of experience evaluating and treating spine diseases and trauma.

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