Las afecciones que afectan el segmento de movimiento vertebral L5-S1 suelen tratarse con métodos no quirúrgicos. Si los síntomas de la zona lumbar o las piernas empeoran o no mejoran a pesar de estos tratamientos, o en caso de determinadas urgencias médicas, como tumores o síndrome de cola de caballo, puede recomendarse la cirugía.

Tratamientos no quirúrgicos para el segmento L5-S1

El tratamiento del segmento L5-S1 suele comenzar con lo siguiente:

  • Medicación. Para el dolor derivado del segmento L5-S1, primero suele probarse con medicamentos de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). En caso de dolor más intenso, pueden utilizarse medicamentos con receta, como opiáceos, tramadol o corticosteroides.
  • Fisioterapia. Pueden diseñarse ejercicios y fisioterapias específicos para tratar el dolor derivado del segmento L5-S1. Estas terapias ayudan a estabilizar la espalda y a mantener los músculos y las articulaciones bien acondicionados para un alivio a largo plazo, a la vez que proporcionan un entorno de curación para los tejidos de la zona lumbar.
  • Manipulación quiropráctica. La manipulación de la columna lumbar mediante un ajuste quiropráctico puede ayudar a aliviar el dolor derivado del segmento L5-S1.
  • Cuidados personales. El dolor de leve a moderado puede tratarse con calor y hielo en casa. Para el dolor de ciática, se aconseja realizar actividad física y continuar con las actividades diarias según se toleren. Si bien el reposo en cama puede proporcionar un alivio temporal de los síntomas, no suele ayudar a una recuperación más rápida o a largo plazo de la ciática.

Seguir una rutina de ejercicios, dejar de fumar y reducir el peso en personas con sobrepeso puede ayudar a disminuir el riesgo de problemas derivados del segmento L5-S1.

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Tratamientos con inyecciones para el segmento L5-S1

Después de probar métodos no quirúrgicos durante varias semanas y antes de considerar la cirugía, puede considerarse el uso de inyecciones para el alivio del dolor.

Estos son algunos de los tratamientos comunes con inyecciones para el segmento L5-S1:

  • Inyecciones epidurales lumbares de esteroides. Inyectar esteroides directamente en el espacio epidural espinal pueden ayudar a disminuir la inflamación y reducir la sensibilidad de las fibras nerviosas al dolor, generando menos señales de dolor. Estas inyecciones son más eficaces para tratar las causas inflamatorias del dolor, como el dolor provocado por fragmentos de hernia discal. Suelen ser menos eficaces para las causas compresivas del dolor.
  • Ablación por radiofrecuencia. La ablación por radiofrecuencia puede utilizarse para tratar el dolor derivado de las articulaciones facetarias L5-S1. Una parte del nervio que transmite el dolor se calienta con una aguja de radiofrecuencia para crear una lesión por calor. Esta lesión resultante evita que el nervio envíe señales de dolor al cerebro.

Cuando se realizan tratamientos de inyección, se suele utilizar la guía fluoroscópica (rayos X) para la correcta colocación de la aguja. La guía fluoroscópica y el medio de contraste ayudan a mejorar la precisión diagnóstica y disminuyen los riesgos del procedimiento.

Las inyecciones también pueden utilizarse con fines diagnósticos como bloqueo nervioso selectivo para confirmar que la raíz nerviosa sea la causa del dolor de piernas. Esto puede resultar útil como ayuda diagnóstica antes de la cirugía.

Tratamientos quirúrgicos para el segmento L5-S1

Cuando los déficits neurológicos, como el entumecimiento o la debilidad, siguen empeorando a pesar de varias semanas de tratamientos no quirúrgicos, puede recomendarse la cirugía. Se considera la cirugía cuando existe una afección estructural que se sabe que responde al tratamiento quirúrgico.

Estas son algunas de las cirugías diseñadas para aliviar la compresión de una raíz nerviosa o la cauda equina:

  • Microdiscectomía: se extrae una pequeña parte del material discal cercano a la raíz nerviosa. También puede recortarse una porción del hueso adyacente a la raíz nerviosa para aliviar la compresión.
  • Laminectomía: se extirpa una parte o la totalidad de la lámina (zona de hueso situada en la parte posterior de la vértebra) para dejar más espacio a la cola de caballo.
  • Foraminotomía: la abertura para la raíz nerviosa espinal (“foramen intervertebral”) se amplía recortando el sobrecrecimiento óseo, lo que alivia la compresión.
  • Facetectomía: se recortan las articulaciones facetarias para aliviar la compresión de las raíces nerviosas.
  • Fusión lumbar intercorporal: se extirpa un disco degenerado y se fusionan las vértebras L5-S1 con implantes o injertos óseos. Al realizar una cirugía de fusión, la fijación vertebral del segmento S1 suele presentar un mayor riesgo de fracaso (pseudoartrosis) en comparación con L5. Para evitar esta complicación, se suele recomendar la adición de un soporte intercorporal (dispositivo que mantiene unidas las vértebras) para aumentar la probabilidad de éxito de la fusión en el segmento L5-S1.

Los cirujanos pueden realizar más de un procedimiento a la vez. Por ejemplo, una “laminoforaminotomía” es el procedimiento mediante el cual se realiza una laminectomía junto con una foraminotomía. Aunque para estas cirugías se utilizan técnicas mínimamente invasivas, en algunos casos pueden realizarse cirugías abiertas.

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Algunos pacientes que no presentan cambios neurológicos progresivos pueden no responder a los cuidados no quirúrgicos. También pueden no ser buenos candidatos para la cirugía debido, por ejemplo, a otros problemas médicos o adicción a las drogas.

Las operaciones de columna pueden conllevar un pequeño riesgo de complicaciones graves, como infecciones, lesiones nerviosas, sangrado excesivo o reacciones alérgicas graves. Antes de decidir someterse a una intervención quirúrgica, es importante que analice los riesgos y las alternativas a la cirugía con un cirujano. También es importante que conozca las posibles complicaciones si no se realiza la cirugía.

Dr. David DeWitt is an orthopedic surgeon practicing at the NeuroSpine Center of Wisconsin, where he specializes in spine surgery. He has more than 15 years of experience evaluating and treating spine diseases and trauma.

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