Los síntomas de dolor de cuello por una mala postura pueden ir desde un dolor agudo que impide los movimientos normales hasta un dolor sordo que se hace insoportable al final del día. Cuando duele el cuello, la mayoría de la gente quiere un alivio inmediato. Sin embargo, aunque los ejercicios suelen formar parte de un programa de tratamiento integral del dolor de cuello, es importante tener en cuenta algunas precauciones antes de empezar.

Consultar a un profesional médico antes de la fisioterapia

Antes de comenzar cualquier programa de estiramientos o ejercicios para el cuello, se aconseja consultar a un profesional de la salud, como un fisioterapeuta, un fisiatra o un quiropráctico. El objetivo de una consulta médica es doble:

  1. Obtener un diagnóstico preciso. Según la causa del dolor o rigidez de cuello, diferentes diagnósticos clínicos pueden dictar diferentes tipos de ejercicios.
  2. Aprender la forma correcta de hacer los ejercicios. Hacer los ejercicios correctos de la forma incorrecta es un error común que puede conducir a la falta de mejoría o incluso a un aumento del dolor y los síntomas.

Las vértebras del cuello en la columna cervical se ven afectadas por tantos otros grupos musculares (como la espalda, el hombro y el pecho), que también puede ser necesario que un profesional realice trabajo de tejidos blandos como masajes y estiramientos manuales junto con los ejercicios de cuello.

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Los ejercicios de cuello no deben causar dolor

Aunque los estiramientos y ejercicios para el cuello pueden resultar algo incómodos cuando se realizan como parte de un programa de tratamiento del dolor de cuello, no deben provocar ni exacerbar el dolor de cuello.

Si un ejercicio de cuello le resulta doloroso o no se siente bien, se debe interrumpir y solicitar una evaluación médica.

Controlar el dolor lo suficiente como para realizar ejercicios cervicales

En ocasiones, el dolor de cuello debe reducirse antes de que el cuello pueda moverse lo suficiente como para realizar ejercicios. En tales casos, un médico puede sugerir uno o más de los siguientes:

  • Medicamentos sin receta, como antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, ibuprofeno), para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Antiinflamatorios y analgésicos recetados (corticosteroides, inhibidores de la COX-2), según sea necesario, para controlar el dolor intenso.
  • Medicina alternativa, como masajes, manipulación manual o acupuntura.

Una vez que el dolor se controla lo suficientemente bien como para empezar a mejorar el movimiento del cuello, pueden iniciarse ejercicios de fisioterapia que ayuden a conseguir un cuello más fuerte y flexible, así como una mayor reducción del dolor.

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Cuándo buscar atención médica inmediata

En algunos casos, el dolor de cuello puede indicar una afección subyacente grave que debe ser evaluada por un médico. Se recomienda a los pacientes que busquen atención médica si el dolor de cuello va acompañado de alguno de los siguientes síntomas:

  • Síntomas que se irradian al brazo, como dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad
  • Dolor después de un accidente o una caída
  • Dolor que no desaparece en unos pocos días
  • Problemas de coordinación o equilibrio
  • Fiebre, escalofríos o náuseas

Si el dolor de cuello es el resultado de una enfermedad subyacente grave, como meningitis o cáncer, los ejercicios de cuello no le ayudarán y podrían retrasar la recepción de un tratamiento sensible al tiempo.

Gavin Morrison is a physical therapist and founder of Pro Motion Physical Therapy in Boise, ID. He has more than 15 years of experience providing outpatient orthopedic spine care, sports rehabilitation, and injury prevention training.

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