Estos son algunos de los primeros pasos para un diagnóstico de enfermedad degenerativa del disco lumbar:

  • Una historia clínica en la que se detallen los síntomas actuales, entre ellos, cuándo comenzó el dolor, si el dolor está acompañado de otros síntomas como entumecimiento u hormigueo y si el dolor comenzó después de una lesión. La historia clínica también recopila información sobre la actividad física habitual, los hábitos de sueño y las lesiones anteriores.
  • Un examen físico evalúa la amplitud de movimiento y la fuerza de la columna vertebral. Un examen físico puede incluir la palpación a lo largo de la parte inferior de la columna vertebral para localizar zonas de sensibilidad, inflamación o anomalías físicas. Además, las pruebas de movimiento que determinan qué movimientos o posiciones alivian o empeoran el dolor pueden ayudar a indicar dónde se produce el dolor en la columna vertebral.

Los métodos de diagnóstico anteriores suelen ser suficientes para diagnosticar el dolor de un disco vertebral, y la mayoría de los casos se pueden diagnosticar visitando a un médico de atención primaria. Otros casos pueden requerir la opinión de un especialista en columna vertebral o pruebas adicionales. Para localizar el segmento específico en el que hay un disco degenerado, pueden utilizarse pruebas de diagnóstico por imagen.

Diagnóstico por imágenes de la enfermedad degenerativa del disco

Un diagnóstico definitivo de enfermedad degenerativa del disco lumbar puede requerir una resonancia magnética para asegurarse de que no hay otros problemas que contribuyan al dolor, como una fractura o una hernia discal. Si es necesaria una intervención quirúrgica, se requiere una prueba de imagen antes de la intervención para localizar con precisión el disco degenerado y planificar la cirugía.

Una resonancia magnética utiliza un imán de alta potencia para alinear y detectar moléculas de agua en el cuerpo, lo que permite a los médicos visualizar tejidos blandos como músculos, ligamentos, tendones y discos vertebrales. Las resonancias magnéticas se basan en el magnetismo en lugar de la radiación, que se utiliza en rayos X y tomografías computarizadas, por lo que el riesgo de una resonancia magnética es mínimo y las exploraciones no son dolorosas.

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Las resonancias magnéticas pueden proporcionar información útil sobre lo siguiente:

  • Altura del disco
  • Forma del disco
  • Desgaste de la plataforma inferior
  • Nervios pinzados
  • Hidratación del disco (si hay poca o ninguna hidratación, puede denominarse “disco negro”, ya que el disco se verá negro en la resonancia magnética)
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Los estudios demuestran que los hallazgos en la RM de una degeneración discal leve o significativa suelen darse en exámenes de pacientes con distintos grados de dolor, ya sea intenso, mínimo o nulo. 1 W. Brinjikji, P. H. Luetmer, B. Comstock, y otros. Systematic Literature Review of Imaging Features of Spinal Degeneration in Asymptomatic Populations. American Journal of Neuroradiology. Abril de 2015, 36 (4) 811-816; DOI: https://doi.org/10.3174/ajnr.A4173 Además, muchas afecciones dolorosas pueden no aparecer en una resonancia magnética, como un desgarro en los anillos externos del disco o en algunos casos de discos herniados. Por este motivo, el diagnóstico no puede basarse únicamente en pruebas de imagen, sino que debe combinarse con la historia clínica y el examen físico.

  • 1 W. Brinjikji, P. H. Luetmer, B. Comstock, y otros. Systematic Literature Review of Imaging Features of Spinal Degeneration in Asymptomatic Populations. American Journal of Neuroradiology. Abril de 2015, 36 (4) 811-816; DOI: https://doi.org/10.3174/ajnr.A4173

Dr. Hashim Khan is an anesthesiologist specializing in pain management and spine care. He practices at SpineOne in Lone Tree, CO, and has more than 15 years of experience evaluating, managing, and treating spine disorders with diagnostic and therapeutic injections.

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